Beneficios de una alimentación saludable en el adulto mayor

La nutrición debe cuidarse desde siempre, pero partir de cierta edad es recomendable ser especialmente cautelosos ya que tanto el metabolismo como nuestro sistema inmune, no funcionan con la misma efectividad.
La salud es integral, ya que existen diversos factores que la afectan. Aunque sea un tema complejo, y que sigue siendo explorado, se ha demostrado que la falta de descanso, la nula o escasa actividad física y una mala alimentación aumentan la incidencia de diversas enfermedades.
Enfermedades relacionadas a problemas cardíacos, diabetes, obesidad, hipertensión, pueden ser algunas de las consecuencias provocadas por un pobre cuidado a nivel de salud.
La nutrición es un factor principal que debe cuidarse desde siempre, pero partir de cierta edad es recomendable ser especialmente cautelosos ya que tanto el metabolismo como nuestro sistema inmune, no funcionan con la misma efectividad.
Recomendaciones para mantener una alimentación saludable
Debemos recalcar que la alimentación debe ser personalizada, pues cada uno tiene necesidades diferentes a nivel nutricional. Sin embargo, podemos hablar a nivel general, de recomendaciones como aquellos macronutrientes y vitaminas esenciales que no deben faltar en la alimentación del adulto mayor:
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Consumir alimentos altamente nutritivos
Asegurarnos de que nuestras comidas incluyan los siguientes nutrientes y vitaminas:
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La fibra ayuda a mejorar la digestión y evitar el estreñimiento.
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El calcio es necesario para mantener la masa ósea y reducir el riesgo de osteoporosis.
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El hierro. La falta de hierro es un problema habitual a medida que pasan los años, esto puede llevar a provocar enfermedades como la fatiga y la anemia.
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La vitamina C y D mejoran el sistema inmune, y ayudan a prevenir la artrosis, enfermedad común en adultos mayores.
2. Evitar calorías vacías
Es recomendable limitar la ingesta de calorías vacías o huecas. Es decir, los llamados alimentos que contienen gran cantidad de calorías y aportan energía pero carecen de nutrientes. Habitualmente son alimentos que contienen grandes cantidades de azúcar y harinas refinadas con una insignificante o nula proporción de nutrientes como por ejemplo los productos horneados (bollería industrial), bebidas azucaradas y alcohol.
3. Dar preferencia a alimentos bajos en colesterol y grasas
El secreto de la salud está en el equilibrio, por esto es recomendable reducir los alimentos que contengan grasas saturadas y grasas trans (ácidos grasos insaturados) especialmente si se tiene problemas de colesterol. Las grasas saturadas son grasas de origen animal, y las grasas trans son grasas procesadas en grasa alimentaria y margarina.
4. Tomar suficientes líquidos
Con la edad algunas personas pierden la noción de tener que beber agua.
Cada célula de nuestro cuerpo, necesita de agua para funcionar de manera óptima. La hidratación es esencial para que el cuerpo pueda realizar funciones vitales como desechar, lubricar las articulaciones y controlar la temperatura corporal, y en general, favorecer la circulación de la sangre.
Cada persona tiene necesidades de hidratación distintas, y el nivel de líquido a ingerir depende de nuestras circunstancias. Por ejemplo, en situaciones donde el cuerpo se deshidrata más de lo normal, como al hacer ejercicio o ingerir bebidas alcohólicas será necesario incrementar el consumo de agua.
Sin embargo, la recomendación estándar es beber aproximadamente unos 2 litros de agua diarios. Debemos tener en cuenta que el agua se encuentra también en otras comidas y bebidas.
5. Limitar consumo de sal y azúcar
Con la edad la hipertensión y la obesidad son dos factores que pueden perjudicar gravemente la salud. Por eso, hay que limitar el consumo de sal y azúcares.
Beneficios de una alimentación saludable en el adulto mayor
Alimentarse de manera saludable en la tercera edad puede resultar en los siguientes efectos:
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Disminución del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares a largo plazo, ayudando a reducir el colesterol.
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Niveles normales de presión arterial.
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Un efecto positivo a nivel cognitivo. Además de los ejercicios de memoria, una alimentación saludable ayudará a prevenir el deterioro de la memoria y otras funciones cerebrales.
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Mejora del sistema inmunológico y sus defensas.
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Con una ingesta adecuada de calcio podemos fortalecer los huesos y evitar la osteoporosis.
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Obtención de la energía necesaria para poder realizar nuestras actividades cotidianas como salir a andar, hacer la compra o estar con la familia.
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Te ayudará a aumentar tu esperanza de vida.
Son muchos los beneficios que tiene la alimentación saludable en los adultos mayores. Hacerlo, les ayudará a sentirse mejor, con más energía y a fortalecer el sistema inmunológico.
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