Sillas de ruedas infantiles

Caminar es uno de los actos más naturales del ser humano. Alrededor de los 12 – 15 meses, empezamos a dar nuestros primeros pasos y a relacionarnos más estrechamente con nuestro entorno.

Con el movimiento, fomentamos el desarrollo psicológico, cognitivo y social del niño. Pero, ¿qué pasa en aquellos casos donde la movilidad no es posible sin ayudas externas?

Existen múltiples ayudas técnicas que facilitan o permiten el movimiento en aquellos casos donde no es posible de manera independiente: andadores, sillas de ruedas manuales, sillas de ruedas eléctricas…

Es imprescindible dotar al niño de todas las herramientas posibles para que sea capaz de socializar fuera de su entorno familiar y terapéutico. ¿Qué pensarías si te dijéramos que existe una silla de ruedas infantil donde el usuario tiene la autonomía completa de sus movimientos?

Pues ese va a ser nuestro tema de hoy: las sillas de ruedas eléctricas o motorizadas. Estas sillas incorporan un motor y batería en su diseño, que le suministra energía a la silla y permite su movilidad sin necesidad de acompañante, ofreciéndole la independencia total al usuario.

En muchos casos, este tipo de sillas son vistas como último recurso, ya sea por miedo o desconocimiento por parte de la familia. Erróneamente se suele pensar que las sillas de ruedas eléctricas infantiles fomentan el deterioro motor, así como incrementan el riesgo de sufrir accidentes por parte del usuario.

Pero lo cierto es que, lejos de la realidad, se tratan de la opción más indicada cuando queremos potenciar la autonomía. Múltiples estudios demuestran que las sillas de ruedas motorizadas infantiles no solo promueven la independencia del niño, sino que con ellas mejoramos sus habilidades sociales y comunicativas, cognitivas y psicológicas.

Cómo seleccionar el modelo de silla de ruedas infantil

Es importante que se realice una valoración previa del niño y de su entorno (domicilio, transporte que utiliza…), para saber qué modelo de silla y accesorios se ajustan más a sus necesidades.

Uno de los aspectos más relevantes a la hora de seleccionar una silla de ruedas infantil es el plegado. Aunque son sillas mucho más pesadas, hay modelos que permiten su plegado para hacer de su transporte y almacenamiento una tarea más sencilla.

La silla eFlexx, de Karma, es una silla de ruedas motorizada plegable, indicada como primera silla de ruedas eléctrica en niños con pocas necesidades. Es capaz de plegarse para que quepa en el maletero de un coche, muy útil en aquellos casos donde todavía no se dispone de un vehículo adaptado. Su peso total con baterías es de 33kg. Bastante reducido si lo comparamos con otros modelos. No está recomendada en niños con grandes deformidades pues su capacidad de posicionamiento es limitado.

La silla de ruedas motorizada Q300Mini, de Sunrise Medical, es otro modelo de silla eléctrica infantil diferente. No tiene la posibilidad de plegado, pero en contraposición a ello tiene una capacidad de posicionamiento muy elevada. Sus dimensiones son muy reducidas, lo que la hace perfecta para su desplazamiento en cualquier espacio. Indicada en pacientes con grandes necesidades posturales. Su peso mínimo es de 118 kg.

En conclusión, la movilidad motorizada siempre debe de considerarse como un medio para impulsar una locomoción autónoma en niños con disfunción motora, para así hacerles más partícipes de su propia vida sin descartar otras ayudas que faciliten la marcha.

En Ortoprono disponemos de una sección especializada en pediatría, donde os realizamos una valoración sin compromiso, orientándonos en cuanto al modelo más idóneo, así como los accesorios más útiles en función de las necesidades. Pide cita y consúltanos.