Las enfermedades venosas y su tratamiento

Las enfermedades venosas son un problema que afecta cada vez más a la población mundial, sobre todo a las mujeres. Y es que todos tenemos algún conocido, o incluso hemos padecido nosotros mismos, de piernas cansadas. Pero ¿cómo podemos combatir esta problemática?

En el post de hoy vamos a hablar precisamente sobre eso, así como de los tratamientos a aplicar, centrándonos en el área ortopédica.

La flebologia es la disciplina médica que estudia, diagnóstica y trata la patología vascular. Dicho así suena un poco a chino, pero si te digo “varices” o “arañas vasculares” seguro que ya te suena más.

Existen varios factores de riesgo, así como hábitos poco saludables, que pueden aumentar el riesgo de padecer este tipo de afecciones, entre ellos:

1. Edad: Con el envejecimiento, se producen cambios en la pared venosa que acentúa el mal funcionamiento de las válvulas.
2. Sexo: Predominante en mujeres.
3. Peso: El sobrepeso o la obesidad incrementa el riesgo de padecer insuficiencia venosa.
4. Hábitos: Los hábitos no saludables como beber alcohol, fumar, mala alimentación o el sedentarismo aumentan el riesgo de padecer esta problemática.
5. Otras causas: Relacionadas con el estado general y hormonal del paciente (Ej.: embarazo, menopausia…).

Tratamientos:

Y, ¿qué podemos hacer si ya padecemos de ello? No está todo perdido, en este caso podemos recurrir a hábitos y tratamientos preventivos o definitivos que nos ayuden a combatirlo:

• Hábitos posturales: Ciertos “rituales” nos ayudarán a lidiar con estas afecciones. Mantener las piernas en alto para favorecer la circulación sanguínea, colocar un cojín bajo las rodillas al dormir, estirar las piernas si nuestro trabajo demanda muchas horas sentado, etc.
• Crioterapia: Para aliviar la sintomatología dolorosa, descongestionar la zona y estimular el riego sanguíneo. Podemos aplicar geles con efecto frío, darnos una ducha de agua fría, aplicar hielo en la zona, etc.
• Farmacológico: Siempre bajo la supervisión y el diagnóstico de un facultativo cualificado.
• Terapia física: Existen múltiples terapias que pueden aplicarse en este tipo de patologías, como por ejemplo la escleroterapia.
• Terapia compresiva: Mediante el uso de prendas compresivas. Constituyen un recurso ampliamente empleado en la actualidad, gracias a su versatilidad y los múltiples beneficios que ofrece.

Las prendas de compresión se tratan de un producto sanitario, y como tal, deben de dispensarse en un establecimiento médico (siempre bajo el diagnóstico de un facultativo y la toma de medidas de un técnico cualificado).

Se emplean fundamentalmente en el tratamiento de la patología vascular, pero no solamente podemos reducir su uso a este ámbito. Otras patologías, como el linfedema, lipedema, cirugía estética o grandes quemaduras se benefician de todas sus ventajas.

Las prendas compresivas son un mundo en sí mismas, por eso es tan importante que nos asesoren y valoren adecuadamente. Erróneamente tendemos a pensar que con ir al mostrador y pedir una “prenda de compresión”, es suficiente. Nada más lejos de la realidad.

Debemos tener en cuenta muchísimos factores que varían dependiendo del diagnóstico del paciente, el estado general, nivel funcional, grado de independencia, sintomatología asociada, situación familiar y personal, etc. Todo ello influirá en el grado de compresión de la prenda, tipo de tejido, área sobre la que tenemos que aplicarlo, personalización de la propia prenda…

Por ese motivo, es fundamental acudir a un centro especializado que pueda aconsejarnos e informarnos adecuadamente.

En Ortoprono contamos con un personal altamente cualificado y especializado en esta temática. Llámanos y pide cita sin compromiso, estaremos encantados de poder ayudarte.