Prótesis tras la amputación: la nueva vida de Quique Medina

A Quique Medina le encantaba jugar al fútbol. Un día sus padres le dijeron que durante una temporada no podría practicarlo, no podía correr. Nunca más volvió a hacerlo, le habían diagnosticado un tumor de hueso. Tenía 15 años. Ahora, más de 20 años después, tras tomar una dura decisión, lleva una prótesis de miembro inferior con la cual, tal vez, pueda volver a correr.

Quique Medina contagia, con su conversación rápida y enérgica, su profundo entusiasmo por su trabajo, por la música, los proyectos. Y deja un breve silencio entremedio cuando nombra a su familia, poniéndola por encima de todo. Es una de esas personas especiales a la que la vida que él tanto ama, le puso la zancadilla hace ya mucho tiempo. Fue un camino duro y difícil, hasta que él, que quería hacer tantas cosas, se dio cuenta de que su vida era lo que quedaba entre operación y operación. Investigó, buscando soluciones, alternativas a lo que ya conocía. Se dio cuenta de que había gente que con prótesis de miembro inferior podía hacer cosas que él, con su pierna, no podía hacer. Y tomó una decisión. Personal, suya y definitiva.

Hace ahora un año de su última operación y habla de ella como el paso que tuvo que dar para tener una vida normal. Y sabía que para ello, necesitaba una prótesis adecuada, que le permitiera seguir con su actividad, su ocio, su trabajo. Que le permitiera hacer todo lo que hasta ahora no era posible. Para ello contó con la ayuda de los técnicos especialistas de Ortoprono, que desde el primer momento buscaron para él la mejor opción, la más adecuada a sus características físicas y a la vida que él siempre había querido llevar.

Quique Medina protesis miembro inferior centro Ortoprono

Quique Medina habla de Ortoprono y su voz denota cariño y admiración, cariño por las personas que le han acompañado en este camino hacía una nueva vida y admiración por un oficio que combina, según sus palabras, una parte muy importante de tecnología e innovación con otra no menos valiosa de artesanía, de trabajo hecho a mano con minuciosidad y mimo, totalmente personalizado y realizado a medida. Y por encima de todo resalta la importancia de unos profesionales que desde el primer momento le han transmitido confianza, tranquilidad, seguridad.

Hace tan sólo seis meses que Quique lleva su prótesis y es sorprendente cómo ha avanzado, lo cómodo que se siente con ella, aunque el período de adaptación suele ser de uno a dos años y sabe que aun le queda trecho por recorrer. Una de las claves de su éxito es aceptarse, ser consciente de que has cerrado una puerta pero has abierto otra, no pensar en el pasado y confiar en que puedes llevar una vida plena y feliz. Recalca también la importancia de cuidarse, de hacer ejercicio (él practica natación), de mantenerse activo, llevar una alimentación saludable y estar fuerte y sano. Todo eso ayuda a sentirse mejor, a controlar el cuerpo, estar más ágil y moverse con más seguridad.

Inquieto y creativo, todo lo que iba a ocurrir a partir de la decisión que había tomado, quiso de alguna manera que quedara recogido. Porque si algo le había preocupado de todo el proceso era la parte cotidiana tras la operación. Cómo es vivir con una prótesis, el día a día, las acciones más naturales como ir al baño, vestirse, levantarse por la mañana. Y de ahí nace #Indestructible, un documental que narra su historia desde el día previo a su último ingreso en el hospital. El título, explícito y rotundo, heredado de una canción de uno de sus grupos favoritos, La Habitación Roja, no deja lugar a dudas. Su estreno, entre marzo y abril.

Quique Medina protesis miembro inferior tras amputacion

Cuando se le pregunta a Quique Medina por sus proyectos de futuro, parece que el tiempo para él corre de otra manera, porque no se entiende cómo puede hacerlo todo. Su actividad como promotor musical, como comunicador, como dj en su local y lo más importante, volver a ser padre, van a ocupar gran parte del 2018.

En tono más pausado, reflexiona sobre la discapacidad y afirma que lo importante está en la cabeza. En valorar todo lo que tienes, salir a la calle y vencer los miedos. “La vida es muy difícil pero también muy bonita y hay que afrontar las dos caras con dignidad. Vivir intensamente”.