La pérdida de audición relacionada con la edad

Conforme una persona envejece, tienden a aparecer ciertos problemas relacionados con la salud, en la mayoría de casos tratables si se presta atención a los síntomas tempranos y se realiza un trabajo preventivo.

La pérdida auditiva es uno de los problemas que a medida que nos hacemos mayores, va apareciendo en nuestras vidas con mayor frecuencia.

Con el paso del tiempo las células ciliadas del oído interno comienzan a debilitarse. Esto es algo que nos ocurre a todos. Sin embargo, hay algunas personas que pierden la capacidad auditiva y padecen pérdida auditiva relacionada con la edad antes y con mayor rapidez.

Este grado de discapacidad, también conocido como Presbiacusia, significa que tendremos ciertas dificultades para oír y entender sonidos suaves, sonidos a distancia o el habla en un entorno con ruido.

Las personas que padezcan una pérdida auditiva moderada tendrán dificultades para escuchar el habla regular, incluso cuando se produce a corta distancia.

A continuación, explicaremos cómo se produce la pérdida de audición relacionada con la edad.

¿Qué es la pérdida de la audición relacionada con la edad?

La pérdida de audición relacionada con la edad es un proceso que ocurre gradualmente a la mayoría de las personas al envejecer. Es una de las condiciones más comunes que afecta a las personas mayores.

Ocurre en ambos oídos debido a que la pérdida es gradual y en algunas ocasiones la persona ni siquiera se da cuenta de que ha perdido parte de su capacidad de escuchar.

En casos más agudos, la pérdida de audición puede hacer que sea más difícil disfrutar de las conversaciones con los amigos y la familia, lo que lleva a que en muchas ocasiones la persona se sienta aislada.

Causas de la pérdida de audición

Son muchas las causas que provocan este tipo de pérdida de audición, pero la más común es por los cambios que ocurren en el oído interno al envejecer. También se ha relacionado este trastorno con el resultado de cambios en el oído medio o cambios complejos en las vías nerviosas que van del oído al cerebro.

Además, enfermedades como la diabetes o la presión alta y algunos medicamentos también contribuyen a la pérdida de audición.

Otras causas serían las que provienen de la evolución de la vida cotidiana:

–   Maquinaria ruidosa.

–   Música fuerte.

–     Tráfico

–     Estrés

La pregunta más importante es, llegados a este punto, ¿se puede prevenir?

¿Se puede prevenir la pérdida de audición relacionada con la edad?

Actualmente, los científicos no saben cómo prevenir este trastorno relacionado con la edad. Sin embargo, cada persona puede protegerse contra la pérdida de audición inducida por el ruido protegiéndose los oídos de sonidos que sean demasiado fuertes y prolongados.

Si evitamos los ruidos fuertes, reducimos el tiempo en el que estamos expuestos a ruidos dañinos y protegemos los oídos con tapones u orejeras ayudaremos a limitar la pérdida de audición que se sufre a medida que envejecemos.

¿Qué solución existe ante este trastorno?

Según la gravedad de la pérdida de audición, algunos tratamientos funcionarán mejor en una persona que en otra. De entrada, es importante destacar que no se trata de una pérdida de audición repentina, ni sordera total en alguno de los oídos.

Se trata, por el contrario, de algo que se produce de manera gradual. Por eso, cabe destacar la importancia de poner remedio cuanto antes para evitar males mayores.

Hay varios dispositivos y ayudas que pueden mejorar la pérdida de audición, siendo los más comunes:

Audífonos

 

Se trata de aparatos electrónicos que se colocan dentro del oído o detrás de la oreja y amplifican el sonido a la persona que sufre una pérdida de audición. Para encontrar el audífono más adecuado para cada persona es conveniente probar más de uno.

Implantes cocleares

Son pequeños aparatos electrónicos que se implantan en el oído interno mediante una cirugía. Su función es darle una sensación de sonido a las personas con problemas más severos de audición.

Sistemas auditivos anclados al hueso

Estos aparatos están diseñados para usar la capacidad natural del cuerpo para transferir el sonido a través de los huesos.

Su funcionamiento es el siguiente: el procesador del sonido capta el sonido y lo convierte en vibraciones, acto seguido transmite estas vibraciones a través del hueso del cráneo hacia el oído interno.

Sea cual sea el grado de pérdida, lo más aconsejable es ponerse en manos de un experto que le aconseje sobre las diferentes opciones para que, a partir de ahí, pueda encontrar la mejor solución para su caso concreto.