Beneficios de una alimentación saludable en el adulto mayor

22 de enero de 2021

La nutrición debe cuidarse desde siempre, pero partir de cierta edad es recomendable ser especialmente cautelosos ya que tanto el metabolismo como nuestro sistema inmune, no funcionan con la misma efectividad.

La salud es integral, ya que existen diversos factores que la afectan. Aunque sea un tema complejo, y que sigue siendo explorado, se ha demostrado que la falta de descanso, la nula o escasa actividad física y una alimentación inadecuada pueden aumentar la incidencia de diversas enfermedades.

Enfermedades relacionadas a problemas cardíacos, diabetes, obesidad, hipertensión, pueden ser algunas de las consecuencias provocadas por un pobre cuidado a nivel de salud.

La nutrición es un factor principal que debe cuidarse desde siempre, pero partir de cierta edad es recomendable ser especialmente cautelosos ya que tanto el metabolismo como nuestro sistema inmune, no funcionan con la misma efectividad.

Recomendaciones para mantener una alimentación saludable y balanceada

Debemos recalcar que la alimentación debe ser personalizada, pues cada uno tiene necesidades diferentes a nivel nutricional. Sin embargo, podemos hablar a nivel general, de recomendaciones como aquellos macro nutrientes y vitaminas esenciales que no deben faltar en la alimentación del adulto mayor:

1. Macro nutrientes de calidad

Asegúrate de consumir suficientes cantidades de los tres macro nutrientes esenciales en el día, y tener en cuenta su calidad. Estos son: carbohidratos, grasas, y proteínas. Esto es todo un mundo, pero de manera resumida, tomaríamos en cuenta:

  • Al comer carbohidratos, mejor optar por cereales integrales, granos y tubérculos, y limitar los carbohidratos refinados como el azúcar o harinas refinadas. Hay factores como el metabolismo de cada persona, su resistencia a la insulina, e intolerancias, que llevan a limitar las cantidades de estos y el tipo de carbohidratos, estén o no considerados saludables a nivel general. Como decimos, es todo un mundo, y para cada quien es distinto.
  • Al comer grasas, optar por las saludables como el aceite de oliva virgen extra, aguacate, salmón, semillas y frutos secos, y evitar los fritos y productos procesados con grasas trans, típicos en bollería y ciertos embutidos.
  • Al comer proteínas, limitar los embutidos porque suelen ser proteínas procesadas con aditivos y altas en grasas prejudiciales y dar preferencia a cortes de carne, yogures sin azúcar, huevos, y otras proteínas vegetarianas.

2. Consumir alimentos altamente nutritivos

Asegurarnos de que nuestras comidas incluyan los siguientes nutrientes y vitaminas:

  • La fibra ayuda a mejorar la digestión y evitar el estreñimiento.

  • El calcio es necesario para mantener la masa ósea y reducir el riesgo de osteoporosis.

  • El hierro. La falta de hierro es un problema habitual a medida que pasan los años, esto puede llevar a provocar enfermedades como la fatiga y la anemia.

  • La vitamina C y D mejoran el sistema inmune, y ayudan a prevenir la artrosis, enfermedad común en adultos mayores.

3. Evitar calorías vacías

Es recomendable limitar la ingesta de calorías vacías o huecas. Es decir, los llamados alimentos que contienen gran cantidad de calorías y aportan energía pero carecen de nutrientes. Habitualmente son alimentos que contienen grandes cantidades de azúcar y harinas refinadas con una insignificante o nula proporción de nutrientes como por ejemplo los productos horneados (bollería industrial), bebidas azucaradas y alcohol.

4. Dar preferencia a alimentos bajos en colesterol y grasas malas

El secreto de la salud está en el equilibrio, por esto es recomendable reducir los alimentos que contengan grasas saturadas y grasas trans (ácidos grasos insaturados) especialmente si se tiene problemas de colesterol. Las grasas saturadas son grasas de origen animal, y las grasas trans son grasas procesadas en grasa alimentaria y margarina.

5. Tomar suficientes líquidos

Con la edad algunas personas pierden la noción de tener que beber agua.

Cada célula de nuestro cuerpo, necesita de agua para funcionar de manera óptima. La hidratación es esencial para que el cuerpo pueda realizar funciones vitales como desechar, lubricar las articulaciones y controlar la temperatura corporal, y en general, favorecer la circulación de la sangre.

Cada persona tiene necesidades de hidratación distintas, y el nivel de líquido a ingerir depende de nuestras circunstancias. Por ejemplo, en situaciones donde el cuerpo se deshidrata más de lo normal, como al hacer ejercicio o ingerir bebidas alcohólicas será necesario incrementar el consumo de agua.

Sin embargo, la recomendación estándar es beber aproximadamente unos 2 litros de agua diarios. Debemos tener en cuenta que el agua se encuentra también en otras comidas y bebidas.

6. Limitar consumo de sal y azúcar

Con la edad la hipertensión y la obesidad son dos factores que pueden perjudicar gravemente la salud. Por eso, hay que limitar el consumo de sal y azúcares.

Beneficios de una alimentación saludable en el adulto mayor

Alimentarse de manera saludable en la tercera edad puede resultar en los siguientes efectos:

  • Disminución del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares a largo plazo, ayudando a reducir el colesterol.

  • Niveles normales de presión arterial.

  • Un efecto positivo a nivel cognitivo. Además de los ejercicios de memoria, una alimentación saludable ayudará a prevenir el deterioro de la memoria y otras funciones cerebrales.

  • Mejora del sistema inmunológico y sus defensas.

  • Con una ingesta adecuada de calcio podemos fortalecer los huesos y evitar la osteoporosis.

  • Obtención de la energía necesaria para poder realizar nuestras actividades cotidianas como salir a andar, hacer la compra o estar con la familia.

  • Te ayudará a aumentar tu esperanza de vida.

Son muchos los beneficios que tiene la alimentación saludable en los adultos mayores. Hacerlo, les ayudará a sentirse mejor, con más energía y a fortalecer el sistema inmunológico.